SALUD PUBLICA E IDENTIDAD
Edmundo Granda
RESUMEN DE LA LECTURA:
La Salud Pública (“enfermología Pública”, “Medicina Social”) es una disciplina estatal/pública, joven que se constituye sobre la base de la ciencia positivista y que se encarga de velar por la salud de las poblaciones, es decir se ocupa de encontrar las causas de las enfermedades en los animales, plantas, cosas, relaciones entre individuos y previene de posibles entes patógenos. Entre los logros alcanzados por la SP podemos mencionar: control de enfermedades infecciosas (fiebre amarilla, malaria, etc.), erradicación de la viruela, el avance en la explicación de muchos trastornos crónico degenerativos. La humanidad ha vivido con la idea de que la razón y el Estado solucionarían todos los problemas económicos, sociales, políticos y culturales; y también hemos creído que la razón establecería un contrato a través del cual se organizaría un Estado soberano y que apoyado en el conocimiento científico acumulado podría dirigir la producción de bienes materiales y espirituales, distribución equitativa de recursos, instituir la ley, asegurar la libertad de los individuos y en el campo de la salud explicar los riesgos, prevenir las enfermedades colectivas y organizar los servicios sanitarios para la curación de las personas. En el siglo XIX la SP organizó su base sobre un trípode constituido por: el presupuesto filosófico- teórico de la enfermedad y la muerte como punto de partida para la comprensión de la salud, el método positivista como base explicativa de la verdad sobre el riesgo, y la aceptación del poder del Estado como fuerza privilegiada para asegurar la prevención. La metáfora del “poder de la vida” propone y obliga a la SP a que busque aproximaciones filosóficos alternativas a la dominante, los aporte filosóficos relacionadas con la vida y la salud dan pautas para posibilitar un enriquecimiento de la SP, la reflexión sobre la salud nos conduce a ver las propuestas y metodología diversos y opuestos a las recomendaciones por la epidemiología y la administración de salud tradicionales. Si la vida es más importante para entender la salud y la capacidad de autonomizar el buen funcionamiento corporal y psíquico, ya que la salud ocurría en la medida en que el organismo social y el cuerpo humano constituyen nuevas normas. La salud pública necesita aceptar la temporalidad y entender que para la superación de la salud radica en la constante e infinita normatividad que elabora el propio organismo viviente en su acoplamiento estructural consensual. La salud se produce dentro de la propia racionalidad del accionar, la metáfora del poder de la vida propone comprender la SP desde la vida misma y no como un riesgo que ocurre por fuera y antes que la máquina corporal enferme, el riesgo se internalizaría y se encontraría ubicado en la propia vida del individuo y del grupo, con lo cual la SP se imbricaría con el afán de construir la identidad individual y colectiva. La metáfora del “poder del conocimiento”, se constituye sobre los postulados de la ciencia positivista, pero el problema radica es que a pesar de los grandes adelantos de la ciencia y la tecnología, algunos países siguen portando enfermedades muy antigua. En el desarrollo de la SP jugará un rol muy importante la biotecnología que permitirá el descubrimiento de las causas y a partir de ello se diseñaran medidas preventivas, y la informática que cumplirá un rol en el accionar de la SP y abre un campo de inmensos perspectivas. La metáfora del “gobierno socialista” que plantea que el problema no radica en el eje filosófico-teórico que gira alrededor de la enfermedad y la muerte, ni en limitaciones científicas, sino en la ubicación y forma de ejercicio del poder; trata de deliberar el pensamiento y la acción en salud, del bloqueo producido por el desarrollo del capitalismo salvaje y mercantil, en la que la SP tiene que colaborar en ese cambio, puesto que el cambio posibilitará la construcción de una SP más científica, equitativa y democrática. En cambio la “metáfora del buen poder del mercado” propone re mercantilizar los servicios de salud y fundamenta sus razones en los escasos recursos públicos, en la inequidad e ineficacia del sector público y en el ataque de los grupos organizados de la sociedad. Si la metáfora del buen gobierno socialista produjo grandes avances en el campo de la SP, no es posible todavía hablar de los aporte de la metáfora “del buen poder del mercado”. La SP en este nuevo contexto en donde las relaciones del capital han cambiado: la productividad y la competencia son los ejes fundamentales, productividad basad en la innovación, la competencia en la que el ser humano tiene que estar en constante capacitación, de lo contrario queda excluido. Este nuevo mundo está produciendo inequidad social, polarización de la población y la creciente exclusión social, en donde el Estado ha entrado en crisis, ha perdido su autoridad convirtiéndose en un mediador estratégico entre el capital globalizado, las instituciones internacionales y poderes regionales/locales. Pasamos de una etapa en la que el poder estaba concentrado en las instituciones políticas a un mundo donde el poder está en el propio flujo, que puede ser capitalizado por líderes que entiende su movimiento y al mismo interpretar la cultura de las masas. Ante esta situación la OPS ha definido las funciones esenciales de la SP como: construcción de entornos saludables y mejoramiento de las condiciones de vida, desarrollo y fortalecimiento de una cultura de vida y salud, generación de inteligencia sanitaria en salud, atención a las necesidades y demandas en salud, garantizar la seguridad y calidad de bienes, intervención sobre riesgos y daños colectivos en salud. El debilitamiento del Estado frente a la SP se requiere llenar el vacío del poder que podría hallarse en gestación en aquellos grupos de excluidos que constituyen su identidad al margen de los excluyentes. Estos nuevos movimientos (feministas, religiosos, étnicos, medioambientalistas, etc.) buscan la construcción de sujetos que pueden integrar en su vida su “yo” con todo su recuerdo cultural. Para reconstruir la SP necesitamos escuchar las voces de los movimientos sociales que surgirá desde lo local, del mundo presente, respetando la temporalidad, intentaría comprender lo complejo, daría un gran valor a lo autopoiético, reconocería varias racionalidades/teorías, tendría un eje ético muy fuerte con lo cual apoyaría a los movimientos sociales y presionaría al Estado. Hablamos del desarrollo de la SP cimentado en un trípode diferente: presupuesto filosófico-teórico de la salud y la vida, método que integre diversas metáforas y el poder de la identidad que es el poder del individuo, de la tribu, de los movimientos sociales que promueven la salud y obligan al Estado a cumplir con su deber, y entran en acuerdos y desacuerdos con los poderes supra e infra nacionales”.
COMENTARIO DE LA LECTURA:
Es interesante destacar como en el siglo pasado (XIX) la Salud Pública como disciplina ha logrado destacados adelantos como el control de enfermedades infecciosas (malaria, fiebre amarilla), erradicación de la viruela y cumplió un rol destacado en el control de puertos que garantizaba el comercio internacional de productos. A demás de ser una disciplina científica, joven, estatal que se encargó de buscar el origen de las enfermedades fuera de la máquina corporal, de velar por la salud de la población, del colectivo humano.
La metáfora del “poder de la vida” propone comprender la SP desde la vida misma y no como un riesgo que ocurre por fuera y antes que la máquina corporal enferme, y una de las maneras de promover la salud radicaría en que la población aprenda a manejar los riesgos. La metáfora del “poder del conocimiento”; jugarán un papel primordial en el desarrollo de la SP la biotecnología en el reconocimiento de las causas y la informática en el uso de la información como materia prima; el problema radica en la fe ciega de que la razón/conocimiento solucionarán todos los problemas de la humanidad, el problema no depende del poder del conocimiento, sino de que como la manejamos en beneficio de la humanidad. Con relación a la metáfora del “buen poder político” en la que observamos la pérdida del poder del Estado, pérdida del poder de las instituciones que impiden cumplir con las obligaciones con respecto a la salud. Desde la implantación del neoliberalismo en los países de América Latina, el Estado ha disminuido cada vez más la atención en salud; la salud se ha mercantilizado generado más la inequidad, la exclusión y la marginación. Por lo que es necesario diseñar nuevas estrategias con el fin de mejorar el acceso de la población a los servicios de salud.
En el nuevo mundo en la que vivimos, en donde el capitalismo inhumano está triunfando, en donde el Estado ha perdido su poder y se ha convertido en un negociador estratégico entre el capitalismo voraz y poderes regionales/locales. El Estado depende de la capacidad de negociación para cumplir sus funciones y /o deberes. Es un reto romper el bloqueo económico que han impuesto las sociedades capitalista, para ello se requerirá de la participación activa de los nuevos movimientos sociales (feministas, medio ambientalistas, religiosos, nuevos movimientos obreros) y la Salud Pública; que obliguen al Estado cumplir su capacidad estratégica de negociación y que obliguen a los poderes económicos disminuir la prisión sobre el Estado.
Si los seres humanos son autopoiéticos es decir producen sus propias normas y estructuras, será necesario plantear nuevas normas, de tal manera que la SP y el Estado trabajen conjuntamente con el propósito de velar por la salud de la población, mejorar la calidad de vida y de controlar las nuevas epidemias que amenazarán a la humanidad en el futuro.
Porque la salud no se puede mercantilizar con el cuento de que el Estado no tiene recursos; la salud es un derecho y es un deber del estado de preservar la salud de la población. En el siglo pasado la SP organizó su base sobre una trípode: presupuesto filosófico-teórico de la enfermedad y la muerte, el método positivista como base explicativa de la verdad sobre el riesgo y la aceptación del poder del Estado como fuerza para asegurar la prevención; actualmente ante el nuevo contexto en la que vivimos ha obligado a la SP a construirse sobre una base diferente como: presupuesto filosófico-teórico de la Salud y la vida, un método que integra diversas metáforas y el poder de la identidad que está en el individuo, en los nuevos movimientos sociales. Estos cambios aseguran un futuro esperanzador para la Salud Pública y que nos permita vivir en un mundo cada más humano
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